CAPITULO 1º
HACE MUCHO TIEMPO
La Tierra, hace millones de años cerca del lugar donde mucho tiempo después se levantaría la ciudad valenciana de Torrente.
Una manada de velociraptores alza la cabeza para ver el extraño objeto que se aproxima a toda velocidad hacia donde ellos tienen su territorio de caza y, guiados por el instinto de supervivencia, corren en desbandada para salvar sus vidas.
El extraño aparato volador se estrella contra la tierra, fundiendo el suelo y la roca hasta excavar un agujero de más de un kilómetro de profundidad.
Los motores se apagan con un extraño y sordo sonido.
No parece haber supervivientes. Pero sí los hay. Dos extraños seres de pura energía salen de entre los restos de la nave siniestrada y se alejan del lugar tras camuflar el vehículo. Son los últimos de su raza. Procedentes del planeta Hévian a miles de años luz de la Tierra. Huyeron de su mundo de origen cuando éste fue invadido por una especie terriblemente belicosa y destructiva, y ahora buscan un lugar donde establecerse y procrear.
La primera impresión de su nuevo mundo es plenamente satisfactoria. La vegetación y la fauna autóctona no parecen suponer un problema, y no hay visos de progreso evolutivo por ningún lado.
Por desgracia para ellos, se equivocan en algunas cosas. El progreso evolutivo llega, y con el los llamados mamíferos superiores, los homínidos y, finalmente, un ser belicoso y casi tan destructiva como los que les hicieron dejar su planeta para salvar sus vidas. Esta vez, sin embargo, la huída es imposible. La nave está demasiado dañada y el combustible es escaso para encontrar otro mundo habitable que se adecue a sus necesidades.
Así que, tras intentar comunicarse con la nueva especie dominante del planeta, aunque de manera infructuosa, optan por la solución más sencilla: Esconderse de las miradas de los homínidos hasta ver como evolucionan.
Y así, los hévians son testigos mudos de la historia de nuestro mundo, una historia llena de guerras, muerte, crímenes y asesinatos, pero también de valor, amor, valentía y coraje.
Conocen a nuestros grandes líderes políticos y militares, y llegan a admirar a muchos de ellos. También llegan a aborrecer a otros por sus ideas.
Se maravillan con el progreso de la ciencia, aunque ellos se encuentren a años luz de nuestros avances científicos más vanguardistas.
Aplauden nuestros logros en medicina.
Y se fascinan ante la llegada de un personaje llamado Jesucristo. Venido a la Tierra con una extraordinaria misión: Llevar la Paz y el Perdón a toda la raza humana, la misma raza que lo torturaría y daría muerte. Y ellos lo reconocen como uno de los suyos o al menos de una raza muy superior a la humana. Pero aún así no interfieren en los asuntos humanos, a pesar de comprobar que estos se han convertido en seres inteligentes con los que se puede conversar y compartir ideas y pensamientos, han visto como se comportan con los que son diferentes.
Y son testigos de la visita de otros seres extraterrestres a nuestro mundo, pero permanecen en silencio, quizás por el miedo de no ser aceptados en otras culturas, por otras razas
Y llegamos a nuestros días. Y los hévians, después de millones de años, parecen haberse habituado a nuestro modo de vida.
Pero eso está a punto de cambiar de manera drástica…
CAPITULO 2º
LLAMADA DE SOCORRO
Torrente, anochece y parejas de enamorados pasean a la luz de las farolas por las calles semidesiertas.
No tienen miedo a los posibles atracadores, pues se saben protegidos por el héroe local, un joven llamado Blanco Omega.
Pero esta noche, Blanco Omega se va a ver envuelto en una extraña aventura más allá de toda lógica.
Se encuentra sobrevolando la zona centro de la ciudad, vigilando, atento a cualquier posible crimen cuando…:
-“¡Ayúdanos, por favor!” –La llamada telepática es tan fuerte que a punto está de desplomarse desde las alturas a más de doscientos metros del suelo.
-¿¡Qué demonios ha sido eso!? –El joven enmascarado se detiene en pleno vuelo y mira a su alrededor, visiblemente confundido. Aunque durante si aventura cósmica ya tuvo experiencias similares, en esta llamada telepática hay una urgencia difícilmente ineludible.
-“¡Por aquí, ven por aquí!”
-De acuerdo, guiadme hasta vosotros –y así, el joven héroe se deja llevar por la llamada mental hasta un terreno cercano a Torrente, donde, en un principio, no logra ver nada, hasta que los hévians se dejan ver ante él.
-“Gracias por venir, me llamo K’rll y ella es mi compañera L’nmm”
-¿Qué sois, de dónde venís? –Blanco Omega queda mirando las dos extrañas formas circulares de energía que fluctúan ante sus asombrados ojos.
-“Somos hévians. Venimos del planeta Hévian. Llevamos millones de años ocultos en tu mundo.
-¿Millones de años? ¿Y qué os ha obligado a dejaros ver? –Blanco Omega, curioso por naturaleza, tiende su mano hacia uno de los seres y, al instante, nota como una descarga de energía pura recorre su cuerpo.
-“¡No hagas eso!ª –K’rll se aparta del joven-. “¡Podría matarte! Nuestras energías no son compatibles. Esa es una de las muchas razones por las que nos hemos ocultado durante tanto tiempo de vosotros”
-Perdón, no lo sabía.
-“Tranquilo, no tenías por qué saberlo” –L’nmm se acerca al joven y, suavemente, casi como si fuese una brisa, lo “acaricia” con sus apéndices de energía-. Unos somos más compatibles que otros con las distintas pautas de energía de los otros seres.
-¿Quieres decir que ya os habéis puesto en contacto con otros humanos?
-“Claro. Llevamos millones de años varados en tu mundo, hemos conocido muchas personas. Pero eres el primero que, quizás, pueda ayudarnos a escapar de aquí antes de que ellos lleguen” –K’rll, de repente, comienza a brillar y, sin previo aviso, desaparece atravesando el suelo de roca y tierra.
-¿¡D-dónde ha ido!?
-“Ven. Utiliza tu poder para atravesar el suelo, concéntrate” –acto seguido, también la hembra hévian desaparece de la misma manera, dejando solo al joven enmascarado, hasta que, nota como algo tira de el desde abajo y, de repente, se ve absorbido por el suelo.
-¿¡Dónde estoy, vosotros vivís aquí!? –Maravillado, Blanco Omega, mira la caverna excavada hace millones de años por el calor de la nave alienígena-. ¡Guau! Conocía la zona, pero jamás imaginé esto.
-“Bienvenido a nuestro hogar” –los dos hévians lo esperan en la rampa de subida a la nave.
-Una pregunta…
-“¿Sí?”
-Si sois energía viviente, ¿cómo es que no podéis poner de nuevo vuestra nave en marcha?
-“Cuando escapamos de Hévian éramos al menos doscientos, por desgracia, durante el viaje, murieron más de la mitad por la falta de alimento y las enfermedades, y al llegar a la Tierra, la fricción por la entrada en la atmósfera y la posterior colisión contra el suelo acabaron con el resto” –L’nmm se mueve por el interior de la nave espacial manipulando paneles con toda seguridad y confianza, hasta lograr poner en marcha una enorme pantalla tridimensional, que muestra a su invitado humano fragmentos de la historia de los últimos días de los hévians.
-¿La energía puede morir? –Se pregunta en voz alta Blanco Omega mientras mira las imágenes.
-“Bueno, nosotros no somos energía en el sentido estricto de la palabra” –K’rll manipula a su vez otros mandos, y una nueva pantalla, más pequeña que la anterior aparece en otro punto de la sala de mandos del navío cósmico, dejando ver una extraña figura de aspecto eléctrico.
-¿Qué es eso?
-“Nuestro enemigo” –Se puede notar el miedo en el mensaje telepático enviado por L’nmm-. “Los responsables de nuestra huída de Hévian y de la destrucción de nuestro mundo”.
-“Y ahora, se acercan a la Tierra” –K’rll apaga los dos monitores y se dirige al joven humano, hay un deje de súplica en su “voz” –“¿Nos ayudarás?”
-¿¡Cómo!?
-“Tu manejas la Fuerza Omega. Nosotros formamos parte de algo parecido a la Fuerza Omega”
-¿Qué quieres decir con eso? ¿Vosotros formáis parte de la Fuerza Omega?
-“No exactamente. Para ser precisos se puede decir que la Fuerza Omega es una variante de nuestra raza que evolucionó en un ente superior hace millones de años”
-Bueno, siendo así no creo que tenga inconveniente en aceptaros como parte de él… Ella… ¡Lo que sea!
-“Pero, lo primero, es evitar a los xaax, nuestra raza rival” –Explica L’nmm a su joven interlocutor humano-. “No te preocupes, los humanos no corréis peligro. Sólo se alimentan de nuestra energía.
-Es un alivio –Blanco Omega hace una breve pausa antes de preguntar-: ¿Qué son los xaax?
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